De nada nos sirve pensar que una asignatura es difícil o que "nunca" podremos aprobarla. En la vida se nos plantean muchos desafíos y casi siempre salimos airosos de ellos. Así que, con los estudios igual. Hay que actuar con valentía y saber que los podremos aprobar.
Normalmente, a parte de optimismo, tenemos que tener una buena planificación de estudio, ésta nos permite obtener mejores resultados y hacer más llevadero el estudio. Para ello, hay que determinar un ritmo de estudio diario, desde el primer día de curso.
Después de ser optimista, tener una planificación, nos hace falta llevar unos apuntes limpios y que sólo como echarles un vistazo, sepamos dónde está lo que buscamos. Para ello, nos sirve:
- Leer cada tema con precisión.
- Subrayar lo más importante.
- Hacer resúmenes de cada tema para el momento de ponernos a estudiar.
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